Crear un negocio online parece algo fácil ¿no?
Todo lo que necesitas es una idea, un sitio web, y listo. Pero ¿es realmente tan fácil encontrar una buena idea de negocio online?
La triste realidad es que la mayoría de los negocios no sobrevive su primer año. No es fácil enfrentarse con el hecho que simplemente las cosas fallan y hay que seguir adelante.
Muchas personas no van a detenerse analizar qué fue lo que pasó, y en cambio van a saltar hace la próxima gran idea volver a un trabajo tradicional. No se dan cuenta que la clave para el éxito empieza con el primer paso: una idea de negocio viable.
¿Qué es una idea de negocio viable?
Según Wikipedia, una idea de negocio es un concepto que puede ser utilizado para ganancia monetaria usualmente centrado en un producto o servicio que puede ofrecerse a cambio de dinero.
Una idea es el primer paso en el proceso de construir un negocio exitoso.
Lo mejor es que las ideas son gratis y cualquier puede tenerlas. Es fácil pensar en algo para vender e inmediatamente imaginarte cómo sería tu vida una vez que tu negocio funcione.
Lo malo es que si bien concebir una idea no requiere mucho esfuerzo, no todas son aptas para tener un negocio
Qué tiene que hacer un negocio
Empecemos por lo básico: un negocio existe para vender soluciones a un problema. Un negocio exitoso existe para vender soluciones a las personas que están dispuestas a pagar por eso.
La clave está en aprender a ver el problema real antes de encontrar la solución. Muchos negocios fracasan porque ofrecen una solución a un problema que no existe, o que simplemente a la gente no le interesa.
Te voy a contar una historia:
Uno de nuestros negocios fracasados era la venta de sitios web para restaurantes. Cuando se nos ocurrió esta solución (crear una presencia online barata para restaurantes) nos enfocamos sólo lo que veíamos como comensales: la mayoría de los restaurantes tienen sitios web horribles y una presencia online casi inexistente. Pierden clientes por ser negligentes con el medio por el cual la gente busca restaurantes: internet.
Así que creamos a una solución, hicimos plan de negocios, y salimos al mercado con una oferta sólida. Nos fue terriblemente mal.
¿Por qué? Porque la mayoría de los restaurantes no veían su falta de presencia online como un problema. Y obviamente no era algo que pagarían para solucionar (pero deberías escuchar las historias de terror que nos contaron sobre el elemento humano de sus negocios…).
Fracasar no fue divertido, pero aprendimos mucho en el proceso. Como por ejemplo, validar la necesidad real antes de invertir tiempo y dinero en alguien que nadie quiere.
Esa es la realidad con la que muchos nuevos negocios tienen que enfrentarse: no analizan objetivamente la razón por la cual alguien le daría dinero. Se enfocan en ‘vender’ en vez de solucionar problemas reales.
Cómo generar buenas ideas de negocio
¿Qué pasos se pueden tomar para minimizar los riesgos al empezar un negocio? El más básico es pensar en una idea rentable.
Si bien no hay garantías de que una idea sea exitosa o no, se pueden hacer conjeturas fundadas sobre su potencial.
Hay varias formas no tradicionales que podés utilizar para crear ideas de negocios.
Pero antes enfocarte sólo un ideas que creés van a traer dinero, toma tu tiempo para pensar fuera de lo establecido. No importa si son buenas o no: no es el propósito de este ejercicio preocuparse por la viabilidad de las mismas.
Listo?
1. Pensá en lo que ya sabes
Me refiero a todo: tu profesión, tus hobbies, tus pasiones.
Puede que seas un abogado al que le encanta bailar salsa, y cocina una lasaña exquisita: saber sobre leyes, baile, y comida italiana.
Tal vez sos un bombero, que se entrena todos los días pero también pinta durante los fines de semana: sabés sobre seguridad, ejercicio físico, y arte.
Pensa en los obstáculos que superaste. Tal vez perdiste mucho peso y trabajaste para tener una vida más sana. O sabes cómo lidiar con la depresión. Puede que sepas lo que es vivir a miles de kilómetros de tu familia y amigos.
Las personas están buscando aprender cómo conquistar sus dificultades constantemente. Si tienes conocimientos sobre cómo hacer eso, agregalos a la lista
2. Pensa lo que la gente dice que sabes
Esto es algo que se pasa por alto a la hora de pensar en ideas de negocios. Por lo general tendemos a pensar menos sobre nosotros mismos.
Hay muchas cosas que las damos por sentado pero que pueden tener potencial de convertirse en negocio.
Tengo una amiga a la que le encanta cocinar. siempre experimenta con recetas nuevas e ingredientes, sigue blogs de comida, y tiene un Sexto Sentido para crear platos deliciosos (en serio, cocina cosas muy ricas con ingredientes que ni siquiera sabía que se podían comer). Por supuesto, era el chef designado de todas las reuniones. Lo disfrutaba y además era muy buena. Podría haberlo convertido en un negocio si así lo quería.
¿Porque te buscan tu familia y amigos? ¿Qué habilidad especial tenes que otros ven incluso si pensas que no es importante?
3. Pensa las cosas por las cuales la gente paga.
Día a día gastas dinero en un montón de cosas que encuentras valiosas: cursos, comida, la universidad, Netflix, y más. Estás intercambiando plata constantemente por productos y servicios que responden a diferentes necesidades: educación, salud, entretenimiento, etc.
Agrega tu lista todas esas cosas que consumís pero que podrían ser mejor. ¿Qué le falta a esos productos o servicios? ¿Qué se podría mejorar?
Escribí al menos 25 ideas en una hoja.
Tómate tu tiempo, hacete un té (o tómate un vino, porque no) y escribí todo lo que se te venga a la cabeza.
Es recomendable dejar descansar la lista por un día. Retomala al día siguiente y escribe 25 ideas más. Puede que se te ocurran cosas nuevas
Lo bueno y lo malo
En este momento deberías tener una lista con 50 ideas. Pero no todos son buenas para hacer un negocio.
Es hora de organizar y seleccionar las mejores ideas de tu lista.
Para eso vamos a usar la Matriz de Demanda. Este concepto lo escuché por primera vez a través de Ramit Sethi, y si es algo te recomiendo a todos los nuevos emprendedores para distinguir las buenas de las malas ideas.
Es un simple marco de trabajo que te ayuda a ver si tiene realmente es apta para un negocio.
Agarra tu lista y organizala según las siguientes categorías:
Alta Gama: productos Premium y caros que pocas personas están dispuestos a comprar. Un ejemplo es una Ferrari: el precio es muy alto pero no todos pueden – quieren- comprar.
Huevo de Oro: productos de precio alto, pero que mucha gente está dispuesta a adquirir. En esta categoría entran productos como los de pérdida de peso o similares, donde la demanda es muy alta. Es decir que soluciona un problema serio para mucha gente.
Mercado masivo: precios bajos pero para muchos clientes. Servicios como Netflix son productos que gente quiere pero no está dispuesta a pagar mucho por eso.
Obra de amor: precios bajos y muy pocos clientes. Son productos o servicios que no tienen suficiente valor para suficientes personas. Por ejemplo un curso sobre Cómo planchar ropa.
Clasifica tus ideas de acuerdo a su potencial para tener una idea clara de cuáles son las que valen la pena.
Para finalizar
Se creativo con tu lista. Todo vale.
Eso sí, recuerda que todavía hay que validar la idea para ver si hay dinero real detrás de ella antes de convertirla en un negocio.
Tampoco te quedes con ideas preconcebidas. Asegúrate de ser objetivo en este paso. Si es posible convertir tu pasión en un negocio pero incluso eso quiere un análisis objetivo.
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¡Me encantaría leer las ideas que se te ocurran compartirlas en los comentarios!
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